En la metodología que utilizo partimos del o los síntomas físicos, enfermedades o conflictos no resueltos, y acompaño al consultante a localizar aquella situación que lo originó.
Todo aquello que tú no resuelves el cuerpo le da una solución, una solución biológica, utilizando el órgano que cumple esta función, digamos que se produce una conversión orgánica, y esto es lo que etiquetamos como enfermedad. Se trata de una emoción visceral e involuntaria que guardamos en la sombra, en mi parte inconsciente.
Debemos de tener en cuenta que cuando hay dolor o síntoma físico siempre hay un factor psíquico que lo originó, digamos que todo lo que hace el cuerpo es psicosomático.
También hay que entender cómo todo lo que sucede en el exterior, situaciones conflictuales, etc., son un reflejo, una proyección de mi interior. Todo lo que es afuera es adentro. Es la Ley del espejo. Esto nos permite conocernos. Es un indicador muy preciso que me dice qué es lo que yo tengo que cambiar en mí para que lo de fuera se modifique. Es como decir que, si me miro en un espejo y me veo despeinado, no voy a conseguir peinarme tocando el espejo, sino que deberé peinarme yo para verme en el espejo ya peinado.
Mi historia contemporánea. Lo ocurrido desde el nacimiento hasta el día de hoy
El Proyecto Sentido Gestacional, que es la Vida dentro del útero materno hasta los tres años.
El Transgeneracional o estudio del Árbol Genealógico. Experiencias traumáticas de nuestros ancestros dejan una suerte de heridas moleculares adheridas a nuestro ADN. Esto es Epigenética. El estudio de las resonancias familiares. Hay una relación entre lo que pasó dos o tres generaciones por encima y lo que el consultante está viviendo.
Estos tres libros nos conducen a tener una serie de patrones inconscientes instalados que funcionan al igual que programas de un ordenador, de tal manera que condicionan nuestros comportamientos automáticos y repetitivos, las decisiones importantes que tomamos a lo largo de nuestra vida y las situaciones conflictuales que vivimos. Somos conscientes solo en apariencia, tan solo el 5 por ciento de mi mente lo es. En la consulta localizamos estos patrones y los liberamos. Establecemos una relación entre nuestras creencias limitantes y estas experiencias vividas. Las hacemos conscientes y las cambiamos por unas potenciadoras, unas que ahora me sirvan.
La consulta es un Acompañar en el camino al inconsciente. Localizar la emoción que quedó oculta, lo cual no es otra cosa que una necesidad biológica que está sin satisfacer. Para el inconsciente el tiempo no existe, todo es presente y registra, graba o desgraba cuando hay emoción. El inconsciente no conoce la diferencia entre lo que es real y lo que yo imagino. Si cerramos los ojos nos damos cuenta de que no vemos con ellos, sino que vemos con la mente, esto nos permite poder transformar todo aquello que queramos en nuestro interior. Una vez que tomamos conciencia de aquella emoción que quedó bloqueada puedo poner un recurso, satisfacer aquello que me faltó, darle una solución y una nueva visión y versión. Ahora cuento con recursos que entonces no tenía, ahora sí que puedo ir al pasado y cambiarlo.
Hay que tener en cuenta que nuestros pensamientos y emociones son el vehículo que lleva a nuestro inconsciente a percibir e interpretar el mundo que vemos.
Todo lo que vivimos tiene que ver con nosotros. De ahí el acompañar al consultante a dejar de verse así mismo como la víctima de una situación, acompañarle a empoderarse, a vivir en coherencia, alinear sus pensamientos y sentimientos. Transformar su vida mediante un cambio de percepción.
Suelo recomendar una primera consulta de Bio para posteriormente si queremos ahondar, profundizar, ir mucho más más allá, completarla con una posterior consulta de HCR. Aquí como ya realizamos en la primea consulta el estudio del Árbol Genealógico, también se puede realizar los duelos no hechos, localizar otros programas inconscientes, reparación de traumas, etc. El inconsciente dirige y consigue emerger todos los momentos semillas, todas las situaciones de mi pasado y las de mis antepasados que no se solucionaron y que tienen que ver con esto que ahora me ocurre o me preocupa, el síntoma, el dolor físico o emocional.
En todas las consultas, aplico con gran rigor, los conocimientos de la Nueva Medicina Germánica por considerarla fundamental en la tarea de no perdernos en el laberinto psicológico del consultante. La biología nunca engaña. Esta nueva Medicina basada en las 5 leyes descubiertas por el Dr. Hamer tiene unos códigos de navegación muy precisos que nos llevan al conflicto. El DHS o SOCK que vivió el consultante y no resolvió. Por lo tanto, no debemos perdernos en el laberinto de la historia del consultante, ya que ésta es su interpretación una vez pasada por el filtro de sus creencias, por su razonamiento. En muchas ocasiones la persona se encuentra perdida en este laberinto de pensamientos. Sin embargo, el cuerpo que está unido a la psique nos da una información muy precisa de cuál fue la situación que no resolví.
Mi Ser interno pretende que evolucione, que no tenga juicio sobre mí, que cumpla con mi propósito de vida, que sea fiel a mi verdadera identidad, a mi esencia y no a mi sistema de creencias, al patrón de perfección o roll que se estableció en mí desde edades muy tempranas.
Las consultas no pretenden diagnosticar, prescribir ni tratar. La información que se facilita en las mismas no debe considerarse un sustituto de la atención o tratamiento que puede ofrecer un profesional de la salud debidamente acreditado.
Se trabaja sobre el des-aprendizaje y posterior aprendizaje utilizando las siguientes metodologías: